viernes, 28 de julio de 2017

Tafalla Teatro Trampa

Los bancos regalan sandwicheras y chorizos
Institut del Teatre de Barcelona
Centro Cultural Tafalla Kultur Gunea.
26 de julio de 2017


El Festival de Teatro Clásico de Olite este año ha llevado su sección de Escuelas de Teatro a Tafalla.
Hubo una propuesta a la Dirección de Cultura de Navarra por parte de los grupos de Teatro Amateur de llevar al Centro Cultural Tafalla Kultur Gunea la sección de Clásicos Amateurs que en años anteriores había tenido una excelente acogida del público; pero Cultura no considera en este momento que el teatro amateur entre dentro de sus programas de difusión de la cultura navarra.


Eso sí, como cualquier comunidad que se precie de estar interesada por el desarrollo cultural de sus ciudadanos y quiera presentarse ante el mundo como una sociedad moderna, necesitamos un Festival de altura, nuestro Guggenheim como reclamo turístico y unas instalaciones modernas que contribuyan entre otras cosas a que la cultura también sea un motor económico.
Precisamente esa modernidad cultural es la que cuestiona la juventud del Institut del Teatre de Barcelona planteando una reflexión profunda a partir de un trabajo de investigación sobre el edificio que habitan.
Un edificio que comparte las características del Kultur Gunea en el que presentaron su trabajo. Edificios fríos impersonales que permanecerán como símbolos de una época de despilfarro, sin valores relevantes, que de alguna manera nos condicionará y deformará si no hay resistencia. Pero la resistencia surge inevitablemente cuando hay presión. Nos lo recuerdan estos jóvenes poniéndonos de ejemplo leyes físicas como el principio de Arquímedes.

"Los bancos regalan sandwicheras y chorizos"  es una trampa teatral. El mismo título es un reclamo para acudir a algo que no llegaremos a ver. Como aquella “Cantante calva” de Ionesco que solo se mencionaba en la función para informarnos que seguía peinándose de la misma manera. Pero esta trampa teatral tiene que atraparnos durante todo el espectáculo y estos jóvenes lo consiguen con su valentía.

Las imágenes, los ritmos y frescura con que nos muestran su actividad en el instituto de teatro sin adornos superfluos, con absoluta honestidad, sostienen un discurso profundo e interesantísimo sobre su realidad. Un presente que quiere ignorar el pasado y no mirar al futuro para que no exista otra posibilidad que permanecer retenidos.
Pero el aire que recorre las aulas impersonales y frías, la tierra y los cimientos históricos sobre los que se sustentan los bunkers de la cultura mantienen inevitablemente su fuerza creadora.
El resultado es un teatro donde predomina el discurso político. No puede ser de otra manera el teatro que ahora sienta el pulso de la juventud en esta España viva y muerta. Los personajes se confunden con las personas que lo representan en monólogos que hacen suyos aunque los escribiera el mismísimo Lorca, uno de los espíritus que habitan su instituto.

El teatro vivo tiene esa capacidad de propiciar experiencias inolvidables, no solo a los creadores, también al público. Hay algo que agradecer a estos Festivales y sobre todo a esta juventud valiente que asume los riesgos de un teatro sin artificios para gustar al espectador que acude al teatro a entretenerse. Para bien o para mal, estos espectáculos no dejan a nadie indiferente.
No he podido dejar de recordar a otro grupo, también catalán, también de un instituto: “La Inestable 21” del Aula de Teatre de Lleida, que el pasado año en el Festival de Teatro del Tercer Sector atrapó al público con una historia intimista, llena de hallazgos estéticos. Tampoco he dejado de recordar que estas creaciones juveniles no contaron con suficiente público joven. Hay respuestas a esta situación. La necesidad de que en se extiendan en Navarra, como en otras comunidades, las aulas, talleres o escuelas de teatro.
Los bancos regalan sandwicheras y chorizos. El teatro nos proporciona lugares de encuentro entre las personas para exponer las inquietudes de nuestro tiempo, para emocionarnos y reconciliarnos con la vida. ¡Viva el teatro!

Javier Salvo




domingo, 23 de julio de 2017

Teatro de acogida

Hace unos meses la plataforma "Tafalla Ciudad de Acogida" se puso en contacto con los grupos de teatro locales para proponernos la realización de una acción teatral que llevara a la calle la problemática situación  que están viviendo las personas desplazadas en los campos de refugiados europeos.

En estos meses un grupo de actores, actrices y técnicos, pertenecientes a los grupos Gabalzeka, Puntido y Basterra, hemos conocido mejor el alcance de esta tragedia para crear junto a miembros de la plataforma solidaria con los refugiados, una acción teatral que se presentará el próximo jueves 27 de julio a las 20:30 horas, en la "Placeta de las pulgas" de Tafalla.
Nacha Guevara cantó un himno a nuestro arte: "Un sol de cartón pintado, un rostro muy maquillado, un sentimiento entrañable, un aplauso interminable..." esto es teatro, cantaba. Esto también es TEATRO: intentar ponerse en la piel de los que huyen de la guerra, para exponer al público su tragedia.

Javier Salvo

Tafalla Ciudad de Acogida

domingo, 2 de julio de 2017

Con T de Teatro

Tafalla se escribe con T de Teatro. La semana pasada tuvimos ocasión de comprobarlo una vez más al asistir en la Casa de Cultura de Tafalla a la representación de “Bodas de sangre” por parte del grupo de teatro  de “La Kolasa”. Un grupo juvenil surgido de los cursos que viene programando la  Casa de la Juventud, impartidos por Marian Ruiz, una joven actriz perteneciente al movimiento Bola, que ha sabido contagiar a estos jóvenes su pasión por el teatro.


La poesía, emoción, belleza, exposición de las pasiones y anhelos humanos presentes en los textos de Lorca cobraron vida de nuevo en la Casa de Cultura de Tafalla gracias al esfuerzo y amor al arte de Talía que transmitieron estos jóvenes. En su entrega consiguieron captar la atención del público, que dejando un par de momentos a la desconcentración por complicidad de un público amigo, el grupo supo sobreponer ganándose la sensibilidad de la sala.
Apunto un problema que conocemos bien todos los que nos atrevemos a exponernos en los escenarios: la voz. Pero es que siempre lo he dicho, ¿cómo jugarían un partido de  fútbol unos jugadores que tuvieran que entrenar con el balón en la terraza de su casa?
Aquí nos encontramos con un problema que sufrimos la mayoría de los grupos de teatro, de falta de gestión de locales adecuados para ensayar o para almacenar los bártulos necesarios para las representaciones.
Otros problemas de la representación: la luz y liberación de espacio entre bambalinas. La Casa de Cultura de Tafalla sigue acogiendo teatro, de jóvenes, de niños, de jubilados, de mujeres...; pero se está dejando sentir cierto abandono como consecuencia de la apertura del Centro Cultural. El espacio que ha servido para el teatro durante más de treinta años ha bastado un par de años para que se aprecie su descuido y a este ritmo pronto se volverá inservible.

El éxito popular que tiene la actividad teatral que se viene realizando desde las áreas de juventud, igualdad y asistencia social del Ayuntamiento de Tafalla y que los grupos locales Puntido y Gabalzeka reciben desde el área de Cultura no es suficiente para dar continuidad a esta labor  que se realiza en favor del teatro que cuenta con una gran tradición en nuestra ciudad.

Es necesario, entre otras cosas, la articulación en una Escuela Municipal de Teatro de todas las propuestas formativas promovidas por el Ayuntamiento, en unas condiciones dignas para el ensayo, exposición, difusión de los trabajos realizados por los grupos y reconocimiento profesional de las personas que dirigen estos proyectos. Esta Escuela debería ofertar también  al menos cursos de iniciación al teatro dirigidos a  niños y adultos.
Los grupos de Teatro locales también tenemos serios problemas de almacenaje de nuestro equipamiento técnico y trastos; pero también se hace necesario abordar el tema de la gestión de los espacios de ensayo, por lo menos en las últimas etapas de la creación, con posibilidad de utilizar espacios escénicos montando y utilizando las escenografías con apoyos técnicos.
Otro problema que tenemos es el de la difusión de los trabajos. El apoyo municipal que tienen los grupos locales en otras zonas de Navarra, con muestras de teatro amateur que facilitan intercambios entre grupos, facilitando espacios para la difusión y amortización de los espectáculos, sería una buena línea a seguir y apoyar desde el área municipal de cultura.
Desde aquí quisiera hacer un llamamiento al Patronato de Cultura o al Consejo Sectorial de Cultura de Tafalla para abordar estos temas, propiciando un espacio de encuentro y debate para  encontrar soluciones satisfactorias que impulsen la consolidación de unas bases para la promoción del  teatro de Tafalla.
No basta contar con un buen espacio de exhibición de espectáculos y una buena programación. El trabajo de base y de formación es esencial para contar con un público con criterio artístico que de sentido a los espacios municipales como auténticos templos para la cultura y por supuesto el teatro.


Sobre las Escuelas de Teatro


Resulta difícil definir una escuela de teatro.
Hace poco, en una entrega de premios, Juan Mayorga nos contó una anécdota que le sucedió en una visita que hizo a un pueblo de una isla mediterránea. Le sorprendió una celebración religiosa en la que el pueblo entero entraba y salía de la iglesia siete veces seguidas. Era un jueves santo. Al preguntar a qué se debía aquel extraño comportamiento le explicaron que era tradición en ese día visitar siete iglesias y aquél pueblo solo tenía una. Mayorga relacionó aquel suceso con el teatro, que nos permite entrar y salir de la única vida que disponemos todas las veces que queramos.
Algo así hace mi nieto cada día que desayuna preparando una misión como Ryder, pasa de ser vaquero a indio cuando descubre que es más divertido bailar que tirar tiros y sale a la calle como Peter Pan, Pantera Rosa  o explorador de dinosaurios.
El teatro es solo eso, juego, pero es con el público y entonces Stanislavski nos diría que para mostrar la realidad de la naturaleza humana. Lorca propugnaría que el teatro es una escuela de emociones y pretendería que el público sobre todo sintiera. Brecht nos entretendría con una lección sobre las luchas sociales. Artaud quisiera que el teatro nos transforme tras una catarsis enfermiza, Lope nos divertiría dándonos gusto, Darío Fo representaría una caricatura de nosotros mismos... Así se nos abren tantas puertas que difícilmente una escuela de teatro pueda tener la llave de todas.
Lo que hacen sobre todo las escuelas de teatro es contagiar a las personas de respeto y amor al teatro, transmitiendo esa maravillosa oportunidad que nos brinda la escena de entrar y salir de nuestras vidas con otras vidas, disfrutándola de mil maneras.
Lorca también decía que un pueblo que no ama su teatro, está muerto o está moribundo y añadía que también lo está el teatro que no recoge el latido social de sus gentes, con risas o con lágrimas. Eso es un pueblo sin escuela de teatro.

En los pueblos las escuelas de teatro hemos sido y somos todavía en muchos casos, los grupos de teatro amateur. 
Hemos puesto en ello más voluntariedad que conocimiento; pero en el teatro, aunque no valga todo, vale a veces tanto la pasión como la técnica y cumplimos nuestra tarea a duras penas.
En el arte de la interpretación el instrumento es el propio actor o actriz. Un instrumento que cambia de registro y tonalidades con las circunstancias de la vida. Conocerlo, conocerse y aprender a utilizar nuestras posibilidades expresivas para contar historias y emocionar al público supone una tarea permanente de aprendizaje para actores y actrices.
Tafalla necesita consolidar un espacio que facilite esta doble tarea de transmitir amor y conocimiento del teatro. Una Escuela de Teatro.
  

Javier Salvo
Miembro Asociación Basterra
Por una Escuela de Teatro en Tafalla