sábado, 18 de septiembre de 2010

El Teatro en Navarra tiene asuntos que resolver

Sobre la red de Teatros

La constitución de la recién creada Red de Teatros de Navarra, ha alertado y movilizado a todos los sectores: políticos, gestores culturales, profesionales y amateurs relacionados con el teatro, han puesto sobre la mesa sus inquietudes.

La Red agrupa ya a 29 municipios navarros que cuentan con espacios escénicos recién equipados y tiene como fin último mejorar la oferta cultural de los espacios adheridos; pero en sus comienzos la presión de los grupos profesionales navarros, que han volcado en la Red legítimas expectativas de protección para su sector, han entorpecido una visión más general de la realidad teatral en nuestra comunidad.

¿Qué teatro se programa en Navarra? ¿Cuál es la oferta de los grupos? La Red tiene pendiente la elaboración de un plan estratégico, pero sería necesario que defina sus objetivos partiendo de un análisis exhaustivo de la realidad local. Precisamente de esa realidad formamos parte importante los grupos de teatro aficionados. En muchos casos junto a corales, grupos de danza, bandas de música etc., hemos dado sentido a la creación de esos espacios escénicos, ya que somos nosotros los que los llenamos.

La no profesionalidad en el terreno artístico tiene varias dimensiones. Como si se tratara de un poliedro, en algunos casos está el origen de una futura profesionalidad, otras veces se orienta hacia la independencia respecto a las producciones comerciales, otras parte de una vocación de los participantes y se organiza en torno a funciones sociales o vinculadas a un espacio determinado: una universidad, una escuela, una localidad.

En Navarra se dan todas estas dimensiones en el teatro amateur y en todas ellas se realizan espectáculos de interés. La mayoría de los grupos están estrechamente vinculados a municipios y en muchos casos a espacios escénicos pertenecientes a la Red. Resulta por eso incompleta la perspectiva del apoyo al sector profesional desde un convenio con entidades municipales que cuentan con espacios fundamentales para el desarrollo de la cultura local, y que tienen en su base su mayor riqueza.

Parece ser que todas las Redes de Teatro en el Estado se articulan en torno al sector profesional, pero quizás en Navarra no exista una correspondencia orgánica entre la oferta teatral y los espacios construidos para albergarla. Las dimensiones y número de los continentes (espacios escénicos equipados) y contenidos (ofertas de compañías navarras adecuadas a esos espacios), no se acoplan a las necesidades y posibilidades reales de programación, en cuanto a públicos y presupuestos.

La Red, pretende entre otras cosas contribuir a que ese acople se produzca y ordene en el ámbito profesional; pero nos parecería más apropiado partir de una visión amplia de nuestra realidad actual. Lo deseable sería hacer una apuesta clara en dos sentidos: propiciar la Red como espacio donde los profesionales navarros encuentren el apoyo institucional que necesitan y como parte de un convenio integrador de la actividad cultural de unos espacios vivos en que se oferte a los ciudadanos formación, creación y exhibición de espectáculos en un sentido amplio, sin estrecheces.

Esto es lo que algunos grupos aficionados navarros estamos proponiendo a la Federación de Municipios, gestores culturales, asociaciones de profesionales del teatro y al gestor de la Red. Se están sentando las bases de una gestión mancomunada de los espacios escénicos navarros y sería deseable que se hiciera atendiendo todas las propuestas y sensibilidades, estableciendo las líneas de acción contando con la participación de todos los sectores.

La escena foral necesita abrirse geográficamente; pero también internamente ampliando sus objetivos, cuidando su base social de actores y espectadores. Para ello es fundamental establecer estrategias de mutuo apoyo entre todos los agentes, incluidos los institucionales, que atiendan globalmente los problemas y necesidades de todos los sectores.

Precisamente el Convenio de Colaboración entre el Departamento de Cultura y la Federación de Municipios con el que se viene impulsando la Red de Teatros de Navarra los dos últimos años, podía ser una oportunidad para gestionar de forma participativa estas estrategias conjuntas.

Quizás sea necesario que lo haga así, para que la propia Red no se extinga, quede aparcada como instrumento de reparto de subvenciones, ofrezca a todos servicios limitados y continúe generando insatisfacciones.

Javier Salvo
Gabalzeka Teatro